lunes, 15 de abril de 2013


Querida Catherine:
¿Dónde estás? Y ¿por qué nos hemos visto obligados a separarnos?, me pregunto sentado, solo, en esta casa a oscuras.
No sé la respuesta a estas preguntas, por mucho que intento comprenderlo. La razón es sencilla, pero mi mente me obliga a descartarla, y me paso el día atormentado por la ansiedad. Sin ti estoy perdido. No tengo alma, soy un vagabundo sin hogar, un pájaro solitari...o que vuela hacia ninguna parte. Soy todas esas cosas, y no soy nada. Esto, querida, es mi vida sin ti. Cómo me gustaría que volvieras a enseñarme a vivir.
Intento recordar cómo éramos antes, cuando estábamos en la ventosa cubierta del Happenstance. ¿Recuerdas cómo trabajábamos en él? Mientras lo reconstruíamos nos convertimos en parte del océano, porque ambos sabíamos que era el océano lo que nos había unido. En momentos como aquél yo entendía el significado de la verdadera felicidad. Por la noche, navegábamos sobre las aguas oscuras y yo veía cómo la luz de la luna resaltaba tu belleza. Te contemplaba con admiración y sabía que estaríamos juntos para siempre. ¿Pasa siempre lo mismo cuando dos personas están enamoradas? No lo sé, pero si mi vida desde que nos separamos es una indicación, entonces creo que sé las respuestas. A partir de ahora sé que estaré solo.
Pienso en ti, sueño contigo, te conjuro cuando más te necesito. Es lo único que puedo hacer, pero para mí no es suficiente. Nunca será suficiente, eso lo sé, y sin embargo ¿qué otra cosa puedo hacer? Si estuvieras conmigo tú me lo dirías, pero hasta eso me lo han robado- Tú siempre encontrabas las palabras adecuadas para aliviar mi dolor. Tú siempre sabías como consolarme.
Me pregunto si sabrás como se siento sin ti. Cuando sueño, me gusta pensar que lo sabes. Antes de que nos conociéramos, mi vida no tenía significado, no tenía objetivos. Sé que cada paso que di desde que aprendí a andar fue un paso hacia ti. Estábamos destinados a vivir juntos.
Pero ahora, a solas en mi casa, me he dado cuenta de que el destino puede producirte tanto dolor como felicidad, y me pregunto por qué de todas las personas del mundo de las que pude enamorarme, tuve que enamorarme de alguien a quien me arrebatarían.

Garret

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario