Creo que es hora de que te explique quien soy yo. Yo soy alguien que busca el amor, amor de verdad, ridículo, inconveniente, arrollador. Eso de no poder vivir sin la otra persona y creo que eso no lo pude encontrar aquí, contigo.
jueves, 30 de abril de 2009
jueves, 23 de abril de 2009
El anillo de bodas es el signo exterior y visible del vínculo de dos corazones que se aman. Pero el anillo esconde una promesa y lo vamos a entender.
Sabemos que es circular, y ¿por qué?. Pues porque el circulo es eterno. No tiene ni principio ni fin. Es el símbolo de lo perfecto y duradero.
Cuando os habéis puesto los anillos, os habéis propuesto un desafío: “Construir una relación duradera con vistas a un por siempre y para enfrentar este reto debéis vivir con ilusión y esperanza.
Tenéis ese reto de ser felices y Dios quiere que lo seáis.
Pero el anillo también conlleva una promesa. Prometéis que tendréis una relación de amistad, de respeto y de igualdad.
Esto es como una pequeña empresa que va a construir un matrimonio solido.
Desafío y promesa no pueden ir solos. Tiene que haber un amor incondicional, puro en su sencillez e infranqueable.
Y por ello lo habéis hecho público. No solo lo hacéis ante vosotros sino también ante el creador del matrimonio, que fue Dios.
Ya sabéis que a partir de ahora sois socios a partes iguales y a iguale responsabilidad.
Por ello, debéis hablaros sin corta prisas, con respeto, paciencia, cariño y confianza.
Sabiéndoos distintos, pero con un fin común; ser felices.
Estáis construyendo un castillo que debéis defender, ya que aquí no hay princesa y caballero, en este momento, ambos estáis en igualdad y debéis luchar por proteger esta unión tan grande que habéis forjado.
Así pues, os deseo una vida envidiable y tanto amor como día a día os podáis profesar.
Sabemos que es circular, y ¿por qué?. Pues porque el circulo es eterno. No tiene ni principio ni fin. Es el símbolo de lo perfecto y duradero.
Cuando os habéis puesto los anillos, os habéis propuesto un desafío: “Construir una relación duradera con vistas a un por siempre y para enfrentar este reto debéis vivir con ilusión y esperanza.
Tenéis ese reto de ser felices y Dios quiere que lo seáis.
Pero el anillo también conlleva una promesa. Prometéis que tendréis una relación de amistad, de respeto y de igualdad.
Esto es como una pequeña empresa que va a construir un matrimonio solido.
Desafío y promesa no pueden ir solos. Tiene que haber un amor incondicional, puro en su sencillez e infranqueable.
Y por ello lo habéis hecho público. No solo lo hacéis ante vosotros sino también ante el creador del matrimonio, que fue Dios.
Ya sabéis que a partir de ahora sois socios a partes iguales y a iguale responsabilidad.
Por ello, debéis hablaros sin corta prisas, con respeto, paciencia, cariño y confianza.
Sabiéndoos distintos, pero con un fin común; ser felices.
Estáis construyendo un castillo que debéis defender, ya que aquí no hay princesa y caballero, en este momento, ambos estáis en igualdad y debéis luchar por proteger esta unión tan grande que habéis forjado.
Así pues, os deseo una vida envidiable y tanto amor como día a día os podáis profesar.
miércoles, 8 de abril de 2009
meyiZa's
Solo puedo pensar en ti, mi amor inmortal.Solo puedo vivir del todo contigo o de ningun modo.Tranquila mi vida, mi amor, solo pensando en nuestra existencia, conseguiremos nuestro objetivo que es vivir juntos.Sigue, oh! amándome, nunca juzgues mal el corazón de tu fiel enamorado.
Siempre tuyo
Siempre mia
Siempre nuestros
Beethoven
martes, 7 de abril de 2009
Puedo imaginarte ahí sentada, sola con tu vestido de color lavanda,...- ¿Te había dicho que mi vestido era así?- El pelo recogido y sin probar la tarta, seguramente tamborileando con tus uñas sobre el mantel blanco de lino, como sueles hacer cuando te sientes realmente hundida. Puede que incluso mirándote las uñas y pensando: ¡Dios! Tenía que haber parado todo este malvado complot para hacerme la manicura, ¡pero ya es tarde!- ¡George! Yo no te dije que mi vestido era de color lavanda...- De pronto una canción familiar... y... te levantas de la silla con un movimiento exquisito, preguntándote, buscando, husmeando el aire como un ciervo moteado. ¿A caso dios ha oído tu pequeña plegaria? ¿Volverá a bailar cenicienta? Y entonces... de repente... la multitud se aparta.. y ahí está él, elegante, con estilo, radiante de carisma, curiosamente está al teléfono pero en fin... ¡tu también! Y el va hacia ti... con los andares de un gato salvaje, y aunque tú acertadamente sientes que es... GAY. Como lo son la mayoría de solteros arrolladoramente guapos de su edad, piensas... ¡que demonios! ¡La vida sigue! Quizá no habrá matrimonio, quizá no habrá sexo, pero por Dios... ¡seguro que habrá baile!
PAAT[!]
- Es un gran poeta. Siendo muy joven, amó a una mujer y se casaron. Al cabo de un tiempo, fue cuando él estaba en la guerra, recibió la noticia de que su mujer había contraído la viruela y estaba deformada. Sido esto, él dijo "Me duelen los ojos" y después "Me he quedado ciego". Después de doce años, cuando su mujer murió, él reabrió los ojos.
- No es posible... ¡para evitarle el dolor a su mujer se hizo pasar por ciego durante doce años!
- Cada persona es un abismo.
lunes, 6 de abril de 2009
peluquería
¿Recuerdas que te dije que sé poco del amor? Pues no es verdad. Sé, sé mucho del amor... y lo he visto, he visto siglos y siglos de amor. Era lo único que hacía soportable contemplar vuestro mundo: observar tantas guerras, mentiras, dolor y odio. Me daban ganas de no volver a mirar hacia abajo. ¡Pero entonces veías cómo quiere el ser humano! ¡Podía buscar en los confines más remotos del universo y jamás encontrar algo más hermoso! Por eso, sí, sé... sé que el amor es incondicional, pero también sé que puede ser imprevisible, inesperado, incontrolable, insoportable y, aunque resulte extraño, es fácil de confundir con el odio. Y... lo que intento decirte, es que... ¡creo que te amo! ¡Noto mi corazón como si, si mi pecho apenas pudiera contenerlo! No sé, es... como si no me perteneciera a mí porque te pertenece a ti. Y, si lo quisieras, no desearía nada a cambio de él; ni regalos, ni bienes, ni demostraciones de devoción. Nada salvo saber que tú también me amas. Sólo tu corazón a cambio del mío.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)